“Aún los inteligentes cometen errores, pero son los tontos quienes nada hacen para corregirlos”, afirmó el filósofo alemán Arthur Shopenhauer.
Cada individuo que aspire a un mundo mejor debe tener fe en sí mismo y en el futuro, superando los obstáculos, por difíciles que parezcan a la especie humana.
San Agustín dijo en una ocasión, en procura de animar a algunos de los seguidores de su pensamiento, “fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno cree”.