El filósofo y teórico social francés Henri de Saint-Simon dijo que “si recorréis la historia de los progresos del espíritu humano, veréis que casi todas las grandes obras se deben a hombres aislados, a menudo perseguidos”.
La nobleza del espíritu humano se viste de solidaridad, que filosóficamente, constituye la cualidad de estar unidos con otros en creencias, acciones y apoyo mutuo, aún y sobre todo; en tiempos difíciles. Todo eso vale la pena, aunque quedemos en el anonimato.