El dramaturgo, ensayista y poeta español José Bergamín afirmó: “En ciertos momentos, la única forma de tener razón es perdiéndola”.
Esta es una forma inteligente de afrontar con éxito la terquedad de muchos que siempre asumen tener la razón y la pretensión de imponer sus ideas, mostrando poca inteligencia emocional.
Realmente, no existe una relación directa entre lo que entendemos por inteligencia académica y la emocional.
Una persona puede ser sumamente inteligente y haber destacado en las academias, pero fracasa en su comportamiento de vida.