Gandhi, político, pensador y abogado indio, observó que “nadie puede herirme sin mi permiso”. La persona que se dota a sí misma de una poderosa fuerza interior se blinda ante todo aquel que procure hacerle daño.
La fuerza interior ayuda a los seres humanos a salir airosos frente a cualquier obstáculo y a seguir avanzando para alcanzar el bienestar. Y con ese blindaje, ninguna espada podrá herirlos en la vida.