El aventurero, diplomático y filósofo italiano Giacomo Casanova sostuvo que “no hay nada que un hombre no sea capaz de hacer cuando una mujer le mira”.
Históricamente, la mujer ha tenido una significativa influencia en el hombre, especialmente cuando se propone conseguir algo vinculado a lo emocional; y ha sabido utilizar efectivamente su mirada como herramienta transmisora de emociones al momento de comunicarse.