El escritor estadounidense Wallace Delois Wattles advirtió en el sentido de que “la mente equilibrada y calmada es fuerte; la agitada y con prisa es débil”.
Lo cierto es que no podemos frenar el ritmo de la vida, pero sí intentar manejarnos con el mayor sosiego posible.
El tiempo y la calma serán necesarios para alcanzar una vida placentera, de ahí que como se suele decir, “vísteme despacio que tengo prisa”.