“Cada persona forja su propia grandeza. Los enanos permanecerán enanos aunque se suban a Los Alpes”, dijo August von Kotzebue, dramaturgo alemán.
La verdadera grandeza consiste en hacer el bien a todo el mundo, en dar afectos, servicios, favores y beneficios. Nadie puede llegar a ser grande si no se educa en medio del trabajo y de la virtud.