“En el corazón de todos los inviernos viene una primavera palpitante y detrás de cada noche viene una aurora sonriente”, dijo Khalil Gibrán, poeta, pintor y ensayista libanés.
Al igual que como sucede con las auroras y las primaveras, el mundo es, en sí mismo, bello; pero tiene un defecto llamado hombre que muchas veces se aparta de lo justo y de lo noble.