Morgan Freeman, actor y director estadounidense, ganador del premio Oscar en 2005 por “Million Dollar Baby”, observó que “el poder solo se sube a la cabeza cuando encuentra un cerebro vacío”.
Una investigación realizada por los economistas Nathanael Fast y Deborah Gruenfeld concluyó en que el poder puede, literalmente, “subirse a la cabeza”, causando que los individuos piensen que tienen un mayor control sobre la realidad del que verdaderamente poseen.