“Existe una tentación extremadamente sutil y peligrosa de confundir la paz con la simple ausencia de guerra, como estar tentados de confundir la salud con la ausencia de enfermedad, o la libertad con el no estar preso.
La terminología es a veces engañosa. Por ejemplo, la expresión coexistencia pacífica significa ausencia de guerra y no verdadera paz”, expresó el sacerdote y sociólogo belga Dominique Pire.
Esto significa que la paz jamás podrá ser de palabras, sino de hechos.