Cuando los Titanes del Distrito cambiaron de dueños me referí a la “hormiguita” Yohanna Núñez como una buena contratación en el área de prensa, por su conocido historial de eficiencia.
Yohanna publicó el viernes lo siguiente: “Esta mañana acabo de recibir una comunicación de parte del equipo Titanes del Distrito informándome de la rotura de nuestras relaciones laborales, debido a una reestructuración acorde con las necesidades y posibilidades de la organización”. ¿Dinero?, pregunto.
Siguió Yohanna: “Agradezco a mi Rey Jehová por una experiencia más en esta bella carrera profesional que he abrazado, y al mismo tiempo al señor Roberto Modesto, presidente de Titanes; Pedro Pablo Pérez, su gerente general; a don Roosevelt Comarazamy, director de comunicaciones, y a Mario Emilio Guerrero, director de prensa, por darme la oportunidad de empezar a construir juntos esta nueva cara de la organización”.
Continuó: “A todos los fans de la familia azul celeste, gracias por la bienvenida y el trato que me dieron cuando supieron que llegaba al equipo. Sigo en paz y enfocada en lo que quiero lograr. Buena suerte a Titanes en lo que resta de torneo 2017 y en el futuro. ¡Bendiciones!”.
Esa es una reacción profesional, elegante, fina, con altura. Ojalá no haya sido un despido injusto. ¡Los chiquitos tienen derecho!… ¡Nos pechamos!