Ahora que asistimos a dos guerras de gran envergadura, una entre el gobierno ucraniano y el gobierno ruso, ambos con tendencias autoritarias, y la otra el Estado de Israel, dominado por la extrema derecha, y el movimiento Hamas, ultra reaccionario y teocéntrico, es deber preguntarnos si estos pueblos (el ucraniano, el ruso, el israelí y el palestino) tienen cuotas de responsabilidad en las masacres que se están cometiendo. Es una pregunta incómoda que a muchos no les gusta hacer.
El famoso premio nobel de economía, recientemente fallecido, Amartya Sen señaló en un artículo que fue fruto de una intensa investigación que aquellos países donde existían democracias maduras no padecían hambrunas. El argumento es simple, las sociedades que tienen a su disposición recursos democráticos saben quitar y poner gobiernos y así evitar llegar al extremo de la hambruna. Este juicio hoy hay que tomarlo con pinzas cuando el uso de los fake news ha llevado a sociedades tan desarrolladas como Inglaterra a salirse del espacio europeo mediante elecciones, conocido como el caso Brexit. Hoy las democracias pueden ser engañadas y llevar a sus pueblos a tomar decisiones contrarias a sus mejores intereses.
En una entrevista reciente el reconocido periodista y diplomático Aníbal de Castro señaló algo importante, y es que muchos dominicanos y dominicanas arriesgaron su vida durante la matanza del 1937 protegiendo a ciudadanos haitianos para que no fueran degollados, el caso más ejemplar fue el de José Francisco Peña Gómez.
¿En qué medida los pueblos son capaces de enfrentar a sus dirigentes y derrocarlos cuando los conducen a la miseria, el autoritarismo o la guerra? Pregunta difícil. Aunque Trujillo duró casi 31 años en el poder, siempre hubo acciones internas y externas para detenerlo.
En el caso de Israel antes del 7 de octubre grandes masas protestaban insistentemente en las calles para detener la voluntad de su gobierno de quitarle autonomía a su organización judicial. El caso de la Alemania nazi siempre ha sido objeto de estudio, ya que el respaldo a Hitler se mantuvo en grandes sectores de dicha sociedad, aun cuando la guerra la perdía de manera dramática. El respaldo de millones de norteamericanos a Trump es un hecho que desconcierta a pesar de todas las denuncias de sus fechorías antes, durante y después de su gobierno, incluido el intento de golpe de Estado en el 2021.
Los millones de muertos en USA y Brasil durante la epidemia del Covid debido a que sus gobernantes, Trump y Bolsonaro, negaban la existencia del virus, parece que no permanece en la conciencia de millones de brasileños y norteamericanos.
El apego de muchos a noticias falsas y teorías de conspiración difundidos por las redes sociales y muchas veces por la prensa formal, es una mala señal de nuestra humanidad. Que un loco como Javier Milei tenga posibilidades de ganar la presidencia de Argentina es aterrador, y estamos hablando de una de las sociedades más cultas de nuestro continente, pero indudablemente las populistas políticas económicas del peronismo han empobrecido gravemente a la Argentina.
¿Cómo medir el grado de responsabilidad de una sociedad que permite gobiernos tan nefastos?