José Armando Tavárez
La nueva realidad digital, imperante en todos los ámbitos humanos, nos obliga a redefinir la forma en que hacemos participación política y administramos los asuntos públicos.
Es necesario que pensemos en instrumentos y herramientas que permitan empoderar al ciudadano y darle las posibilidades de participar de manera directa y activa en las decisiones que afectan el interés común. Esto se logra si podemos construir juntos una democracia directa y digital.
Imaginemos un país donde los ciudadanos pueden ingresar a plataformas web y aplicaciones móviles para expresar sus opiniones sobre proyectos de ley o presupuestos participativos.
Imaginemos una nación donde podemos visualizar en la pantalla de nuestros telefónicos móviles los proyectos que se realizarán en el sector donde vivimos y conocer al detalle el alcance de los mismos así como sus presupuestos. Imaginemos un pueblo donde sus ciudadanos sientan que su voz se escucha y es considera para decidir los cambios que se necesitan en la administración pública.
Ese país que imaginamos es posible si hacemos uso inteligente de la tecnología para crear una democracia digital.
La nueva democracia se construye sobre bases tecnológicas.
La era digital debe desarrollar al máximo las potencialidades humanas y brindarles la posibilidad de ejercer sus derechos y cumplir con sus deberes sin ningún obstáculo.
Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) son herramientas poderosas que en manos expertas pueden garantizar el fortalecimiento de los sistemas democráticos y su evolución hacia nuevas formas de participación política. No podemos reducir las agendas digitales a un conjunto de proyectos de automatización de procesos. La idea es que podamos democratizar la tecnología para que ella aporte al desarrollo humano integral y sostenible.
Hacemos un llamado para que juntos podamos construir una verdadera democracia digital. Imaginemos un futuro mejor. ¡Ánimo!
