El despido de Joe Girardi de los Yankees, es una muestra más de que los dirigentes son los “paganinis” de los reveses en cualquier organización deportiva.
Bajo su dirección, los Yankees tuvieron récord de 910-710 durante temporadas regulares, un buen porcentaje.
El problema nodal de ese equipo es la presión que ejercen los fanáticos sobre directivos, dirigentes y peloteros, en el entendido de que no pueden perder.
Girardi los llevó en 2009 a ganar su título 27, pero no se soporta que tengan ocho campañas “sin ver a linda”, a pesar de que han estado casi siempre en las series de campeonato.
Los Yankees despiden a Girardi, tras alcanzar una de sus mejores temporadas, 91-71, algo que nadie creía posible lograr con un equipo de “segunda”.
Pero no debe sorprender que se haya producido esa baja, porque esa es la costumbre cada vez que no se consigue un objetivo.
Es probable que Tony Peña, con experiencia como dirigente y actual coach de primera, esté entre los candidatos, ya que en una ocasión fue entrevistado para ese cargo.
Esperen otras muchas bajas de dirigentes, porque ese movimiento en deportes es una especie de “muerte anunciada”.