Algunos hablan de maldición, otros de ciclos de la vida al hablar de la muerte de estos artistas. La pérdida más reciente fue la de Cheo Zorrilla
Santo Domingo. – Cada mes de este 2025, el arte dominicano ha vestido de luto. Para quienes creen en la brujería, los malos augurios o simplemente en la pesada sombra del infortunio, el calendario ha sido implacable: no ha transcurrido un solo mes sin que la muerte toque a la puerta de un artista nacional.
Por lo que muchos se preguntan si es ¿Casualidad? ¿Ciclo natural de la vida? ¿O algo más oscuro que sobrevuela el escenario artístico del país?
La muerte, esa compañera inevitable, ha tomado rostro de tragedia en algunos casos, y de desgaste natural en otros. Pero la frecuencia con la que se ha manifestado este año ha dejado perpleja a la comunidad cultural y al público.
Febrero -Félix Cumbé-
El veterano merenguero y compositor falleció el 13 de febrero, tras complicaciones posteriores a un cateterismo. Aunque enfrentaba problemas de presión arterial desde el año anterior, su muerte tomó por sorpresa a muchos, justo cuando revivía su carrera con la bachata “Fui, fuá”. Cumbé, recordado por componer “Déjame volver” y “El gatico”, dejó un legado profundamente arraigado en el merengue y la bachata.
Marzo -Diómedes Núñez-
El 10 de marzo, el merenguero Diómedes Núñez murió a los 58 años. Su fallecimiento fue confirmado por el productor Luis Medrano. Hijo del trompetista Papirilo y oriundo de Mao, Diómedes fue un artista cuya vida estuvo marcada por la música desde su nacimiento.
Abril -Rubby Pérez-
El país entero quedó conmocionado el 8 de abril, al conocerse la muerte de Rubby Pérez. El carismático intérprete perdió la vida de forma trágica al desplomarse el techo de la discoteca Jet Set, mientras ofrecía una presentación. La noticia fue más que devastadora: era la voz detrás de clásicos como “Volveré”, “Extrañándote” y “Dame veneno”.
Mayo -Franklin The Boss-
El 12 de mayo, el joven merenguero Franklin The Boss, quien estaba radicado en Nueva York, falleció en un accidente de tránsito en Carolina del Norte. Con una propuesta musical fresca que fusionaba merengue con guitarra bachatera, su carrera prometía un futuro brillante que se extinguió de forma abrupta.
Junio -Cheo Zorrilla-
El compositor y cantante Cheo Zorrilla murió el 8 de junio, tras varios días ingresado en cuidados intensivos por un accidente cerebrovascular. Su voz y sus letras vivieron en canciones interpretadas por figuras como Danny Rivera, Vickiana y Lalo Rodríguez. Zorrilla dejó una obra cargada de sensibilidad poética y compromiso espiritual.
A este trágico conteo se suman también las muertes recientes como la de Raffy Matías, quien, aunque falleció en octubre pasado, aún duele en la memoria colectiva. Su salud se había debilitado en silencio, y pese a que recibió apoyo del Estado en sus últimos meses, no logró recuperarse.
Inquieta
Lo que ocurre este año no sólo inquieta por la frecuencia de las pérdidas, sino por lo que representan. Cada artista que se va deja un vacío, una historia inconclusa, una canción que ya no sonará en vivo.
En culturas donde la música es parte del alma nacional, estas pérdidas se sienten como grietas en la identidad. Algunos hablan de maldición, otros de ciclos de la vida, pero todos coinciden en algo: el arte dominicano está de duelo, y cada mes parece abrir una nueva herida.
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