Una labor digna de imitar

Una labor digna de imitar

Una labor digna de imitar

Hugo López Morrobel

Honor a quien honor merece, y eso es lo que merece el expelotero David Ortiz, quien desarrolla desde hace años a través de su Fundación una labor social extraordinaria en favor de centenares de niños dominicanos con sus vidas en riesgo, por graves trastornos cardiovasculares.

Su último aporte de unos 20 millones de pesos para esta noble causa fue producto del último torneo anual de golf Boston Heart Classic, celebrado en Newton, Massachusetts.
Este es un ejemplo de que cuando se quiere se puede contribuir con sus conciudadanos, en este caso las futuras generaciones.

David, sin duda, uno de los atletas más “añonados» y apreciados por sus seguidores, ha sabido sacar partida a su extensa popularidad, la cual alcanzó su máxima expresión militando con los Medias Rojas de Boston.

El aporte económico de este último evento de los tantos que ha organizado, podrá salvar la vida a unos 85 infantes de escasos recursos económicos, un compromiso que según el propio Ortiz, continuará a favor de la niñez dominicana.

Y su preocupación es genuina, porque en los 10 años en que ha operado la fundación, asociada con CEDIMAT, ha socorrido a 10 mil niños, incluyendo a mil, mediante procedimientos cardíacos.

Sería un gesto muy altruista el que otras estrellas dominicanas de Grandes Ligas, actuales y pasadas se animen a seguir los pasos de David en favor de los más necesitados de nuestro territorio nacional.



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