Una huelga de seguridad prolonga las esperas en el aeropuerto de Madrid

Una huelga de seguridad prolonga las esperas en el aeropuerto de Madrid

Una huelga de seguridad prolonga las esperas en el aeropuerto de Madrid

Madrid.– Los pasajeros del aeropuerto de Madrid soportan esperas y retrasos de unos cincuenta minutos en los controles de seguridad debido a la huelga indefinida de vigilantes privados que comenzó este viernes, según los convocantes, justo al inicio de la Semana Santa.

El responsable de comunicación del Sindicato Autónomo de Trabajadores de Empresas de Seguridad de Madrid (ATES), Jordi Montejo, indicó hoy que el seguimiento de la huelga es del 100 % -los servicios mínimos están fijados en el 90 %- y que el acceso más afectado es el de la terminal T4.

Para evitar el colapso, lamentó el responsable sindical, se ha empezado a desviar pasajeros a través del filtro de los viajeros VIP -donde trabaja otra compañía de seguridad privada-, lo que contraviene el derecho de huelga, según Montejo.

La principal reivindicación laboral es que toda la plantilla recupere el complemento de radioscopia de 1,28 euros la hora, que fue reducido en 2015, así como otro variable y volver a percibir el de aparcamiento.

Además, los trabajadores exigen a la empresa concesionaria, Ilunion, mejoras contractuales para que se conviertan en indefinidos los contratos de obra y servicio, y recuperar la antigüedad de los meses perdidos de acumulación de contratos.

También denuncian una organización “caótica” y piden medidas de conciliación familiar, como dos fines de semana libres al mes para toda la plantilla y cuatro días de descanso en la campaña de Navidad, así como descansos regulados y remunerados durante la jornada laboral.

Por otra parte, la aerolínea española Air Nostrum ha cancelado 148 vuelos en Semana Santa debido a la huelga de pilotos convocada para los días 15, 16 y 17 de abril, que afectan a cerca de 10.000 pasajeros.

El sindicato Sepla ha convocado la huelga también para el 22, 23 y 24 de este mes para denunciar el desvío de la producción que, asegura, se lleva a cabo hacia otras aerolíneas de los mismos propietarios.