MARSELLA. – Un hombre embistió el lunes con una furgoneta dos paradas de autobús en Marsella, en el sureste de Francia, dejando un muerto y un herido grave, antes de ser detenido por la policía, que por el momento descarta la pista terrorista.
El hecho hizo saltar todas las alarmas cuatro días después de un atentado con furgoneta en Barcelona que dejó 15 muertos y 120 heridos, pero las autoridades indicaron que se orientan hacia la pista de un acto cometido por un desequilibrado.
«Ningún elemento acredita la tesis de un atentado terrorista», señaló el fiscal de Marsella, Xavier Tarabeux, quien dijo que el sospechoso «tenía en su posesión una carta de una clínica psiquiátrica».
El vehículo, una furgoneta de marca Renault Master, embistió temprano por la mañana una primera parada de autobús en el distrito 13, en el noreste de esta ciudad portuaria, hiriendo de gravedad a una mujer que se encuentra hospitalizada.
El conductor se dirigió después al vecino distrito 11, más al sur, donde arremetió su coche contra una segunda parada, matando a una persona.
El alcalde del distrito 11, Julien Ravier, dijo a la cadena de televisión BFMTV que la víctima mortal era una mujer de unos 40 años que se encontraba en ese momento sola en la parada de autobús. Según fuentes policiales, el sospechoso tenía antecedentes penales por delitos menores.
Una fuente policial que pidió no ser identificada dijo que se trata de un hombre de unos 30 años que no reside en esta ciudad, la segunda de Francia.
El sector del Puerto Viejo de Marsella, donde fue detenido el sospechoso, se encontraba completamente acordonado, según periodistas de la AFP.
En un mensaje en Twitter, la policía indicó que una operación estaba en curso y pidió a la población mantenerse alejada del sector. Equipos de investigación peinaban el área alrededor de las paradas en busca de pistas. La circulación se encontraba parcialmente cerrada.
Europa en alerta
Decenas de vecinos y curiosos se congregaron cerca del Viejo Puerto. Un policía municipal les bloqueaba el paso. «La situación se calmará muy pronto pero por el momento no pueden pasar».
«Todo está acordonado, no nos dicen nada, da miedo», indicó Tiffany, una mujer que trabaja en la zona. «Estoy aquí desde hace una hora. Vimos muchas patrullas e instintivamente pensamos que algo estaba pasando. Es muy preocupante. Sigo consternado por lo que pasó en Barcelona.
Es difícil ver esto y darse cuenta que puede pasar en el lugar en el que vivimos», señaló con la voz entrecortada Armando Dos Santos, residente de este histórico barrio.
Este incidente se produce en momentos en que la policía de toda Europa busca al marroquí Younes Abouyaaqoub, presunto conductor de la camioneta que arrolló el pasado jueves a una multitud en las Ramblas de Barcelona.
El uso de un vehículo como arma de terror repite el modo operativo de atentados imputados al Estado Islámico o reivindicados por este grupo yihadista en Niza, Berlín y Londres.
Aunque los países europeos han invertido en dispositivos para proteger a la población de atropellos masivos, este tipo de ataques son imposibles de evitar por completo.
Francia, uno de los países europeos más golpeados por el terrorismo, se encuentra en estado de urgencia desde la ola de atentados de 2015 que ha dejado 239 muertos.