Una final de “película”

Una final de “película”

Una final de “película”

Hugo López Morrobel

Todos los caminos, como decía el fenecido narrador de lucha libre Silvio Paulino, cuando Jack Veneno combatía contra Relámpago Hernández, “conducían al parque Eugenio Maria de Hostos”, pero hoy todo lleva a pensar, con muy pocas probabilidades de fallos, que la final de la NBA, tal, será otra vez, entre los Warriors y los Cavaliers.

Warriors y Cavs arrasaron en cuatro partidos a los Jazz, y a los Raptors, respectivamente, con una facilidad pasmosa.
Era una situación que se veía venir, porque tras la inclusión del estelar Kevin Durant a las filas de Golden State, trabajando junto a Sthepen Curry, es hoy el dúo más espectacular en la NBA.

Los Cavaliers, con la sola presencia de LeBron James, quien terminará su carrera como el más grande de todos los tiempos, a pesar de la recia oposición de los seguidores de Michael Jordan, es una garantía de triunfo, si cuenta, como lo tiene, con el respaldo de sus compañeros.

Lo que es difícil de predecir, es cuál resultará ganador en una serie final que debe ser de “espanto y brinco”, como decía el “cometón” Max Álvarez.

La suerte está echada. ¿Quien cree usted que ganará una final de la NBA, entre estos dos monstruos de equipos?

Un pedido increíble

Este es un país, donde la gente al parecer, no aprende de sus errores, que por cierto se cometen a cada instante.

Y llama la atención que en Santiago estén abogando por el montaje de unos Juegos Centroamericanos y del Caribe, cuando ni siquiera se ha sabido defender el complejo La Barranquita, construido para un evento de ese mismo nivel en 1986.

Ese complejo ha sido desmembrado de gran parte de su patrimonio por particulares, muchos de ellos dirigentes políticos, sin que la sociedad de Santiago, haya dicho “esta boca es mía”.

Tuvo que denunciar ese robo, el pasado ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal para que se conociera la barbaridad que ocurre allí.

Lo que deben hacer, quienes están detrás de esto que considero una verdadera locura, es ponerse los pantalones largos, e iniciar el rescate total de La Barranquita.

No es posible, que a estas alturas, una gran parte de la dirigencia nacional esté gastando sus energías en proyectos que solo cabe en la cabeza de ilusos.



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