Alexis Rafael Peña.
Cuando a las personas menores de edad les ocurren un conflicto estos son resueltos de manera rápida y oportuna. Ya que los niños y niñas no cuentan con las heridas que nos pasa a una persona adulta.
Las experiencias de mediación escolar que estamos construyendo desde los Centros de Mediación Familiar son espacios para promover otra forma de abordar los conflictos y a la vez promover entre los mismos una cultura de paz.
Los Centros de Mediación Familiar CEMEFA como instancias del Poder Judicial está desde sus inicios, es decir, desde el 2006, instando a las personas adultas y en esta ocasión a niños, niñas y adolescentes, ha construir una convivencia desde espacios que nos comprometan a asumir responsabilidades.
Desde los centros de mediación escolar pretendemos crear vías que aporten a la sociedad de hoy herramientas que faciliten a las personas menores de edad, hacer una comunidad educativa participativa y comprometida con la convivencia.
Ese compromiso implica que todos los actores de la comunidad educativa tienen que estar comprometidos e involucrados; ya que es de esa manera que podremos promover los cambios de paradigmas, hacia un enfoque de lo que demanda el presente (la inclusión, la colaboración, la participación, el respeto a la diferencias, entre otros valores), que procuran alcanza seres humanos, como personas tolerantes y adaptadas en relación los conflictos y las implicaciones que estos conllevan a la sociedad.
Si deseamos una sociedad pacifica, debemos contar con recursos humanos y económicos, en actitud y disposición de cambia hacia el abordaje adecuada del conflicto, por lo que es necesario contar con centros educativos comprometidos con la convivencia de sus discentes y a la vez, a nosotros las personas adultas.
Es hora de hacer un contexto pacifico desde las escuelas de nuestro país, que procure la formación de personas menores de edad que al alcanzar su desarrollo sean convertidos en adultos y adultas sanos pacificadores y constructores de la paz que anhelamos y merecemos.
*Palabras pronunciadas en la graduación de 22 niños, niñas y adolescentes en el Centro Educativo Los Prados, el 21 de septiembre del 2015.
