La Confederación de Béisbol del Caribe, presidida por el dominicano Juan Francisco Puello Herrera, ha evitado por todos los medios tratar el caso de Cuba, por presiones políticas, situación que últimamente ha planteado con claridad meridiana..
Aunque la calidad demostrada por Cuba en sus últimas apariciones en la serie, no está a la altura del béisbol que presentaron en la primera etapa, no es menos cierto que su simple participación es una gran atracción para los fanáticos que asisten al estadio, así como para los millones que los que la observan por televisión.
En su última intervención donde se refirió al futuro de la serie, Puello Herrera no quiso entrar en detalles sobre una futura inclusión de los cubanos, limitándose a decir que “lo de Cuba es un asunto que tiene que ver con lo político, y cuando ese país resuelva sus asuntos políticos, entonces volveremos a hablar de ello, pero mientras tanto, ese tema se quedará tranquilo por el momento”.
Es una lástima que por temor, más que por cualquier otro tema, se inmiscuyan descaradamente los deportes en política, presiones que todo el mundo sabe de donde provienen.
La exclusión de Cuba de la Serie del Caribe, dio como resultado la incorporación de Colombia, que está ahora como “ un relleno”, porque no tiene el nivel competitivo de los demás.
Negarse a tocar a la clara el tema cubano, y calificarlo de muy delicado, demuestra la dependencia de la Confederación del Caribe frente al poder político, que se impone, a pesar de que Cuba es un gran atractivo que le daría un mejor perfil al evento.
Mientras tanto, todo indica que el caso cubano será tema tabú en los próximos años, porque no se vislumbran cambios en la geopolítica.