Desde hace años un grupo de dominicanos venimos luchando por justicia en el precio de los combustibles.
Me alegró la designación de Ito Bisonó como ministro de Industria y Comercio, entidad que establece el precio de los hidrocarburos. Él ha mostrado que está consciente de que cerca de la mitad de lo que se paga por los combustibles va para el gobierno.
Pero escuché hace unos días un audio donde le preguntaron en un programa de radio: ¨¿bajará la gasolina?”. Ito se limitó a decir: “Bueno, la pregunta también yo me la hago, ¿bajará el petróleo, bajará el dólar?”… Un lavado de manos.
Cómo si en los demás países el petróleo no fuera comprado en dólares y a precios similares, sin embargo, los dominicanos pagamos de los combustibles más caros del mundo.
Un galón de gasolina que llega a suelo patrio a RD$ 81.95 (precio de paridad de importación), el consumidor debe pagarlo a 205.50.
Sólo el impuesto de la Ley 112-00 suma 71.85, más otro impuesto por la Ley 495-06 de 13.11. Adicionalmente los 13.92 del intermediario, 5.68 del transportista y 21.99 del detallista.
El precio de los combustibles no es sólo un asunto de “dólar y petróleo”, sino más bien de voluntad política.
Sabemos que la nueva administración necesita recaudaciones, pero es importante que esto se haga haciendo crecer la economía, en lugar de seguir exprimiendo una economía débil.
La economía dominicana no puede crecer cuando uno de los principales factores de la producción, los combustibles, se pagan muy por encima del precio en los demás países. Así no hay forma de ser competitivos.
No puede ser una cosa con violín y otra con guitarra. Necesitamos coherencia.
Sé que lidiar con las “mafias” que reinan en los combustibles no es como freír un huevo, pero el que acepta un cargo acepta también sus implicaciones. No hay excusas para seguir haciendo las cosas mal.
PDT: Los queremos presos (así terminaré todos mis escritos hasta verlos tras las rejas).