Hugo López Morrobel
A los atletas dominicanos, definitivamente “hay que sacarle su comida aparte”, son verdaderos “verdugos”, y sacan de abajo cuando todo parece que está en su contra, porque la victoria obtenida el domingo frente a la selección de Argentina, con miras a la clasificación del campeonato mundial de baloncesto, parecía imposible de lograr.
Sin lugar a duda, esa victoria es el principal acontecimiento deportivo de 2023, muy por encima de la Serie del Caribe.
Con una desventaja de 17 puntos en el tercer período, jugando en casa ajena y con el público en contra, los dominicanos se pusieron las pilas y obtuvieron un triunfo que parecía imposible, ante una Argentina, actual subcampeona del pasado campeonato mundial y contando con sus mejores jugadores, entre ellos contar con sus mejores jugadores, como Facundo Campazzo, Nico Laprovittola, Gaby Deck y Nicolás Brussino, entre otros.
Esta tercera clasificación en línea de la selección dominicana al Mundial tiene muchos héroes, pero en este último choque hay que destacar la labor del jugador Jean Montero y del dirigente Ernesto “Che” García, a quien es posible que le “quiten” la nacionalidad argentina.
Este es un logro extraordinario del baloncesto nacional, que sin ninguna de sus figuras que militan en la NBA, pudo vencer a una estructura que fracasa tras una racha de nueve Mundiales consecutivos desde 1982, en las que dos veces disputó la final.
Tras esta histórica victoria que nos clasificó al Mundial que se disputará en Japón, Indonesia y Filipinas, no se puede bajar la guardia.
De ahora en adelante el trabajo debe ser más arduo, porque “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”, y la selección nacional no puedarse ese lujo, tras tanto batallar.
