El problema judicial que desde hace meses confronta el joven pelotero Wander Franco, es penoso, lamentable y desafortunado, debido a que truncó una carrera que llevaba un crecimiento exponencial en Grandes Ligas.
Sin embargo, se hace muy difícil defenderlo, dado el tipo de acusaciones que se le imputan, como la de explotación sexual, tras haber mantenido relaciones íntimas con una menor de edad.
Todo es según el espejo con que se vea, porque en este caso, sin eximir a nadie de responsabilidades, parece que esto ha llegado hasta el punto actual, por intereses de todo tipo, y como es lógico, el económico ha sido prioritario.
Ojalá que se llegue a un acuerdo amistoso, aunque en este tramo parecería difícil, aunque cuando se quiere se puede.
Wander jugó tres temporadas con los Rays de Tampa, donde ya era uno de sus mejores exponentes, pero este caso sumamente delicado, podría acabar por completo su carrera en Grandes Ligas.
No será hasta el 26 de septiembre cuando se conocerá la suerte que podría correr el caso, durante una audiencia preliminar que se llevará a cabo en el juzgado de instrucción del distrito judicial de Puerto Plata.
Este es uno de esos errores costosos en todos los aspectos, y del que e el acusado quedará marcado para siempre, aunque logre una absolución en los tribunales de justicia.
RADARES.-La adulonería y el vituperio es una práctica muy común. A muchos les encanta con o sin méritos, que les lancen piropos y los lisonjeen, en la creencia de que pueden sacar beneficios.
Otros por el contrario, difaman y critican, con la firme creencia de que pueden lastimar y estropear. Al final, tanto el alabardero como el difamador, no convencen a nadie.