¿Una campaña increíble?

¿Una campaña increíble?

¿Una campaña increíble?

Increíble es simplemente lo que no se cree, lo que no se puede creer o que es difícil de creer. Sin embargo, en el uso coloquial también ha llegado a significar lo asombroso, lo grandioso, algo logrado con un esfuerzo titánico… pero logrado al fin.

Algo increíble pudiera ser la campaña iniciada por el fraile franciscano José María Guerrero y su Fundación Futuro Cierto. La campaña tiene como propósito –y léalo palabra por palabra– dotar de una vivienda a cada familia dominicana pobre. Es decir, resolver el problema habitacional de la República Dominicana.

La primera interrogante es: ¿de dónde va a sacar fray José María el dinero necesario para resolver el problema habitacional de la nación dominicana? Él dice que lo obtendrá de los propios dominicanos y dominicanas.

De los que viven en el país y los que viven en los Estados Unidos, en Europa, en Asia, en América Latina y en donde se encuentren. Fray José María sostiene que con un aporte cada diciembre de 50 pesos o más, de cada dominicano residente en su país; y del aporte de 20 dólares de los dominicanos residentes en los Estados Unidos, y de 20 euros de los residentes en Europa, y del equivalente a cualquier moneda de los dominicanos que viven en cualquier otro país, se puede resolver la necesidad de casa de los dominicanos pobres.

Pero además, fray José María está convencido de que aparejada con la solución de la vivienda está la recuperación de la dignidad de los dominicanos, esa dignidad que les ha sido robada por los políticos que han basado su política en comprarle la voluntad al dominicano con un poquito de cualquier cosa.

Fray José funda su criterio en que si en cada sector pobre la gente se une a construir sus viviendas, o su edificio de viviendas, con los materiales canalizados por la Fundación Futuro Cierto, con el aval oficial del Gobierno, la gente va a aprender construyendo, va a crecer aprendiendo y va a ascender moralmente viendo los resultados. En fin, vamos a ser mejores ciudadanos ¡y con casa propia!

El proyecto para lograr que cada familia dominicana tenga su vivienda propia busca además que las familias aprendan a cultivar productos de uso diario en cada espacio del entorno de las casas construidas: en los techos, en los jardincitos, en las paredes, en los patios; y eso va a ayudar a reducir el costo de la alimentación, además de dotar a la gente de nuevos conocimientos en relación con la comida y su producción.

También, el proyecto de fray José propone un manejo ambiental de las viviendas: aprovechando el agua de las lluvias, reduciendo la producción de desechos, regulando el uso de la energía eléctrica, aprovechando la energía solar, e incorporando a toda la población, incluida la población infantil, a un proceso de educación ambiental integrada.

En la Fundación Futuro Cierto existe la convicción de que –como estableció la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948– “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda,..”.

Asimismo, la Fundación cree en “garantizar el derecho al agua potable, al aire limpio, a la seguridad alimentaria, a la tierra no contaminada, a una vivienda…”, como aparece en La Carta de la Tierra, de 1997.

Pero con más firmeza fray José y su Fundación suscriben totalmente lo externado por el papa Francisco en su reciente encíclica Laudato Sí, de este año 2015, cuando dice: “La posesión de una vivienda tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y con el desarrollo de las familias.

Es una cuestión central de la ecología humana”. Y fray José no teme decir que este es un proyecto revolucionario, porque todas las revoluciones del mundo tuvieron como uno de sus objetivos fundamentales el que todas las familias tuvieran su casa propia, digna y segura.

Él cree que en este siglo XXI la historia dominicana dejará de ser “una larga cadena de calamidades que lo han unido a la pobreza como si fuese un destino irreparable”, como dijera don Pedro Mir.

Y con esas convicciones está arrancando la campaña de fray José para este mismo diciembre del 2015, con la esperanza de que esta campaña sea la demostración más evidente de que los dominicanos queremos resolver nuestros problemas y estamos dispuestos a participar en esas soluciones, y que ya no vamos a esperar más por vanas promesas, sino que vamos a asumir nuestra responsabilidad.

Y para demostrarlo, el primer barrio pobre en el que se va a cambiar la vida será el barrio El Caliche, de Villa Duarte.
¡Que el Ssiglo XXI sea el siglo de la redención del pueblo dominicano!
Fray José cree en todo esto… y yo creo en Fray José.



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