Aunque esta vez no tuvo un importante ciclo de fogueo, no se esperaba una caída tan estrepitosa del equipo nacional de voleibol femenino.
Habíamos advertido que el ‘ranking’ mundial favorecía al conjunto dominicano (7), principalmente en los dos primeros partidos ante Tailandia (13) y Perú (21).
El conjunto lució fuera de tiempo, pobre ataque, defensa vulnerable y poca armonía, en partidos que presencié a través de la página de la FIVB.
Hasta ayer el equipo quisqueyano no había conseguido un punto bajo el sistema que otorga tres puntos a los conjuntos que ganan 3-0 y 3-1 y que reparte dos puntos a los que ganan 3-2 y un punto al que pierde 2-3.
En el voleibol, tradicionalmente, se debe vencer a los equipos más débiles y fajarse con los equipos fuertes para obtener los mejores resultados de las derrotas.
Esta vez no se pudo y se esfumaron temprano las posibilidades de estar por tercera vez en los Juegos Olímpicos.
He sentido la tristeza de los dominicanos por la debacle de su equipo nacional, pero esta vez más que nunca debemos dar respaldo a las chicas que el mes que viene estarán participando en la Copa Panamericana a realizarse aquí. ¡Salve Reinas del Caribe!