Por muchas explicaciones que a las que pueda recurrir la Federación de Béisbol, con relación a la baja que viene sufriendo en forma consistente el país en las clasificaciones de esa disciplina a nivel mundial, es casi una misión imposible porque no hay formas para creerlas y mucho menos entenderlas.
Cuando se habla de República Dominicana en cualquier rincón del mundo, lo primero que ponen de manifiesto es la extraordinaria producción y calidad de los peloteros que militan en todas las ligas profesionales.
Pero aunque se haga difícil, casi imposible encontrar una justificación de los descalabros que ha venido sufriendo el béisbol dominicano en la mayoría de los eventos internacionales en todas las categorías, los dirigentes deben salir y dar la cara, argumentando las teorías que quieran inventar que tengan por lo menos una pizca de “credibilidad”.
No hay ninguna excusa para justificar que en el último año, el béisbol dominicano haya bajado del puesto nueve al 12 en el ranking, producto de sonados fracasos en prácticamente todos las competencias que participó.
Este descalabro es el más drástico que ha sufrido nación alguna de las 12 mejores selecciones del mundo en la clasificación.
Es cierto que muchos países han avanzado en esta disciplina, pero eso no justifica que República Dominicana esté detrás de por debajo de Colombia, Panamá, Países Bajos, Corea del Sur y Taipei, entre muchos otros.
En la actualidad Japón lidera el ranking, seguido por México China Taipei, Estados Unidos, Venezuela, Corea del Sur, Países Bajos, Cuba, Panamá, Puerto Rico, Colombia, y en el sótano de esa lista está República Dominicana.
Esa posición producto de un trabajo muy deficiente en todos los sentidos. Así no se vale.