Una acusación muy temeraria

Sin tener que hurgar mucho, hay que llegar a la conclusión de que David Ortiz, es el pelotero dominicano quemás se ha involucrado en el mundo de la farándula y en la mayor cantidad de polémicas, tanto dentro como fuera del mundo del béisbol.

Ese “artitismo”, que al parecer al Big Papi le encanta, lo expone a cada momento a múltiples exposiciones, que en algunos casos resultan dañinas a su figura, la cual desde hace años trasciende con fuerza aquí y en el exterior.

Los esfuerzos titánicos que desde hace más de una década realiza David, a través de su fundación, la cual tiene como objetivo fundamental, mejorar la calidad de vida de centenares de niños dominicanos y estadounidenses con problemas cardíacos, debe ser un motivo para evitar por todos los medios caer en dimes y diretes con diferentes actores de diversos sectores.

Ortiz es una figura respetada en el mundo del béisbol, y el ser miembro del Pabellón de la Fama de Cooperstown, lo dimensiona a otro dimensión, lo que debe constituirse para el, en una especie de retranca al momento de accionar en la vida pública.

Que él presidente del equipo de béisbol con más seguidores en el país, Ricardo Ravelo, del Licey, califique públicamente a Ortiz como “un sinvergüenza” es sumamente grave, sin importar las razones.

Esa acusación directa, categórica y punzante, aunque se quiera pasar por alto, es decir, no prestarle atención, , resultan negativas para una figura que como David, tiene millones de seguidores y simpatizantes alrededor del mundo.

El Big Papi tiene que cuidarse al máximo, ser muy celoso con su legado, dado que es orgullo de todos los dominicanos, y estar envuelto en dimes y diretes de esta calaña, no se hace absolutamente nada bien a su presente y futuro.