Un verdadero relajo

El despedido masivo de dirigentes se ha convertido en un verdadero “relajo” en el béisbol dominicano.
Si bien el objetivo de los equipos es clasificar para las próximas rondas, la “botadera” de mánagers en forma indiscriminada le quita un poco de seriedad a ese espectáculo.

No es posible, por mucho que se quiera justificar, que a un dirigente campeón la pasada temporada, y que se supone debe ser un ícono en una organización que nunca había ganado un título, se le dé una “patada” como la que recibió Audo Vicente.

Quienes justifican esa injusticia alegan que después que lo botaron ya ganaron un partido. ¡Qué bonito!
Eso mismo ocurrió a Félix Fermín, salió victorioso en el primer choque con las Águilas, tras ser despedido por los Toros, lugar en el que nunca debió estar, aunque aleguen que ese es su ‘modus vivendi’.

Botar dirigentes se ha convertido en una moda muy popular, y si los dueños creen que los despedidos han sido un obstáculo para una mejor actuación de sus equipos, que siga la fiesta.

Puedo estar equivocado, pero estas medidas, que a veces aparentan hasta “irracionales”, serán las que finalmente hablarán sobre su efectividad.