Cuando se pierde una primera batalla que está al tris de ganarse en una guerra prolongada y de desgaste, por un error táctico de uno de los comandantes, en ese mismo instante se genera una crisis en las filas de ese comando o ejército que difícilmente se supere.
Las secuelas sicológicas que deja una derrota de esa naturaleza es casi imposible de asimilar, sobreponerse y levantar la moral para batallas posteriores..
Situaciones de ese tipo se han producido muchas veces en la historia, pero en la casi totalidad de los casos los responsables de la misión toman la decisión de relevar a los responsables del revés.
Esa misma situación se produce en los enfrentamientos deportivos, aunque en muchas ocasiones, lo cual constituye un craso error, no se aplica el rigor de la filosofía y la disciplina militar.
El error cometido por JR Smith en el primer partido, de los siete a que está pactada la serie entre los Warriors y los Cavaliers, no se subsana de la noche a la mañana, es más, a veces perdura para toda la vida.
Por lo tanto, para evitar que esos recuerdos sigan influyendo entre las tropas, lo más recomendable es prescindir del “soldado” que cometió la falta.
Sin embargo, Tyronn Lue, dirigente de los Cavs, quizá por falta de un hombre con la misma capacidad de Smith, se arriesgó en el segundo enfrentamiento, que también resultó fallido por que, lamentablemente, solo cuenta con LeBron James, quien por muchos puntos que enceste no puede contra todo un equipo que, como los Warriors, trabaja como tal.
De no producirse un cambio radical los Cavaliers están signados a caer en un máximo de seis partidos, porque Lebron no puede solo.
RADARES.- La suspensión por 45 días de la FIFA al presidente de la Federación Dominicana de Fútbol, Osiris Guzmán, sorprendió incluso al propio dirigente, dado que la violación ocurrió hace más de dos meses, y consistió en prestar al Partido Revolucionario Moderno una instalación ubicada en San Cristóbal…
El alcalde de Santo Domingo Este, Alfredo-El Cañero-Martínez, debe darle, aunque podría alegar que no le corresponde, el debido mantenimiento al Parque del Este, porque las instalaciones las usan deportistas y público en general que residen en su área de influencia. Los alcaldes, todos, se hacen los “chivos locos” en ese aspecto, lo cual es sencillamente lamentable.