Un salario mínimo que obliga al pluriempleo

Un salario mínimo que obliga al pluriempleo

Un salario mínimo que obliga al pluriempleo

«Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas», Martin Luther King.

Hoy, primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, nos encontramos con una sociedad que atenta contra los derechos de los obreros, en lugar de reivindicarles como merecen. Parecería que en nuestro país por cada paso de avance se producen cien pasos de retrocesos. Es un sueño que labores tan importantes como las realizadas por los policías, los maestros, los bomberos y enfermeras puedan ser remuneradas como nuestra nación lo anhela y pide.

No es justo que una persona cuya ardua labor sea la de protegernos, obtenga una remuneración  con uno de los salarios más bajos del Continente Americano. Es un milagro de Dios que un policía con familia pueda mantenerla a flote, pagar alquiler de casa, hacer una compra, pagar luz, llevar a sus hijos a la escuela, ropa, zapatos, y otros gastos que se producen en un hogar.

Más que una celebración, prefiero cuestionar de qué tipo de igualdad y de protección nos habla nuestra Constitución ya que en la práctica es todo lo contrario. Aquí no existe una igualdad salarial que vaya acorde con el trabajo realizado, así como de su importancia y rol dentro de la comunidad. Muchos son aquellos que se pasan horas ofreciendo salud, educación y seguridad cuyos salarios no compaginan con la realidad de nuestra canasta familiar y se ven obligados a ejercer pluriempleo. Peor aún, si comparamos ese salario mínimo con el salario de un viceministro o un subsecretario de Estado, nos llenaría de impotencia.

No es verdad que los hijos de los trabajadores que reciben un salario de miseria  puedan acceder a una buena y competitiva educación, salud y alimentación.

Por otro lado, es increíble que para aquellos empleados que entran en el marco de nuestro Código Laboral, en la actualidad se esté discutiendo sobre si procede  o no la eliminación de la cesantía o ponerle un tope a la misma. Es ver al empleado como un objeto que se echa a la basura  cuando ya no sirve para nada.

Las reivindicaciones de los trabajadores surgieron por causa de las malas condiciones que estos tenían en sus lugares de trabajo. Si nos vamos al plano local, las enfermeras realizan su labor no solamente con salarios bajos, sino, expuestas a todo tipo de contagio de enfermedades, pues en la mayoría de los hospitales hay escasez de material gastable, tales como, guantes, gazas, hilo, jeringa, etc. Y se ven obligadas a curar a los pacientes haciendo malabares.

Yo anhelo que en nuestro país las autoridades competentes le den prioridad al bienestar de los principales actores en materia de seguridad, salud y educación.