Patricia Arache.
Luis Rodoldo Abinader Corona, hoy se aprecia como un presidente cálido, cercano, ocupado y entregado a resolver problemas socioeconómicos, heredados o generados, y otros ajenos a cualquier previsión, como los meteorológicos, en el marco de su gestión constitucional 2020-2024.
Esas manifestaciones del mandatario se reflejan en una valoración político electoral proporcional o muy cercana a la aceptación de su gestión, y a nadie debe sorprenderle que así sea, porque es lo lógico.
Probablemente, por ello se manejan datos de encuestas, unas realizadas, incluso por sectores de la oposición política, que hasta ahora ubican al gobernante, a solo tres meses de concluir el año para dar paso al 2023, oficialmente preelectoral, como el preferido de la población votante para un nuevo período presidencial (2024-2028).
En agosto pasado, vimos el resultado de la encuesta realizada por la firma peruana ABC Marketing, que cifra en un 57.7% el apoyo a la gestión del Partido Revolucionario Moderno (PRM), que encabeza Abinader, desde el 16 de agosto del año 2020.
La pregunta formulada fue: “¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con el trabajo que realiza el presidente? La respuesta: 57.7%, de acuerdo; 37.6%, desacuerdo y 4.7%, no sabe.
Ese mismo estudio socio político refleja que el 98.9% no tiene la menor duda sobre quién sería el candidato presidencial del PRM, para las próximas elecciones nacionales y, por supuesto, que recae en el presidente Abinader.
Obviamente, que en una medición de ese tipo no puede faltar el contraste sobre la aceptación electoral que en el momento tendrían posibles competidores.
En este caso fueron incluidos el expresidente de la República, líder y fundador de la Fuerza del Pueblo (FP), Leonel Fernández; con un 21.3% de aceptación; y la ex primera dama y ex vicepresidenta de la República, dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Margarita Cedeño Lizardo, con un 14.6%. También, ninguno, con 7.7% y, “no sabe”, con un 4.6%.
Los números lucen muy separados, según este sondeo que refleja que el gobernante estaría en franca ventaja electoral, aún cuando se pudieran presentar escenarios de alianzas entre grupos de la oposición política, lo que, en honor a la verdad, hasta el momento no se vislumbra claramente en el horizonte.
Ese “Estudio de opinión pública: encuesta de percepción política” complementa y corrobora mediciones hechas antes por organismos nacionales e internacionales sobre el resultado de gestión del presente gobierno y, esencialmente, sobre la popularidad del jefe del Estado.
Mitofsky, empresa considerada líder en el campo de la investigación de la opinión pública, evaluó, como lo ha hecho desde hace décadas, la popularidad de mandatarios de distintos países.
En la investigación realizada en el primer semestre del presente año y dada a conocer a finales de abril, el presidente Abinader figura en el tercer lugar, como el mejor valorado, con un 66%; antecedido solo, en ese momento, por Nayib Bukele, presidente de El Salvador, con un 83%; y Narendra Modi, primer ministro de India, con un 77%, en primer y segundo lugar, respectivamente.
Los estudios de investigación, las encuestas, son herramientas que en política permiten medir momentos y apreciar realidades que naturalmente no permanecen estáticas, por tanto, el presidente Luis Abinader, con su envidiable posicionamiento, no podrá dormirse en los laureles.
Aparte de su vinculación directa con la gente y sus prontas respuestas a situaciones de sensibilidades colectivas, el mandatario tendrá que hacer frente a los múltiples retos y desafíos que tiene el país para alcanzar mejores niveles de progreso, bienestar, desarrollo e institucionalidad.
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