Un poco de Historia (2)

Un poco de Historia (2)

Un poco de Historia (2)

Rafael Molina

Jacobo Majluta era, indiscutiblemente, el favorito para ganar las elecciones presidenciales de 1986, pero quien se quedó con el poder fue Joaquín Balaguer, sin que su adversario intentara siquiera ejercer su legítimo “derecho al pataleo” tras un confuso conteo de votos que todavía hoy, 27 años después, no ha sido aclarado del todo.

El más sorprendido con dicho resultado fue el consultor político Joseph Napolitan, director de la campaña electoral de Jacobo.

“Empecé a tener graves dudas -escribió Napolitan en una carta dirigida a Majluta algunos días después- cuando llegué a tu oficina la noche de las elecciones y supe que los primeros resultados te daban una ventaja de 40 a 35.

Aunque en ese momento yo te dije que estaba seguro de que tú serías el ganador, en mi interior pensé que las cosas iban mal, pero ya no podíamos hacer nada, sólo rezar y esperar.

“Me contrarió mucho –prosiguió- que no se hiciera un nuevo conteo de los votos, papeleta por papeleta, y que no pudieran recusar los votos anulados.

Retrospectivamente, nosotros deberíamos habernos opuesto firmemente a la decisión de la Junta de anular las papeletas de los votantes que habían marcado el mismo candidato más de una vez.

Obviamente, la intención de estas personas era votar por ese candidato y sus votos se deberían haber contado.

“También es bastante obvio, -agregó el reconocido experto en su carta a Jacobo- por lo menos esta es mi impresión, que Jorge Blanco y Peña Gómez hicieron todo lo posible por evitar que tú ganaras.

Yo siempre había mantenido que a Peña no le convenía que tú ganaras. Si tú ganabas y tu gobierno era bueno, tú serías el candidato del PRD en 1990. Si tu gobierno no lograba resolver los problemas del país, entonces ningún candidato del PRD podría ganar en 1990.

Peña necesitaba que Balaguer ganase para tener él la oportunidad de ganar la nominación del PRD en 1990 y Peña es bastante inteligente y de seguro que llegó a esta conclusión.”

Conservo copia firmada de la carta en cuestión como un documento histórico, que termina con estas palabras: “En esta elección el que perdió fue el pueblo dominicano.

Debes sentirte orgulloso: tu campaña fue una campaña decente, honorable y honesta y tú te comportaste como todo un caballero.

Hubiera sido fácil hacer una campaña negativa y sucia contra Balaguer y Bosch, pero tú resististe esa tentación, aunque esto probablemente te habría garantizado el triunfo.

Yo admiro esta calidad y estos principios.”



TEMAS