Un pésimo servicio al cliente

Un pésimo servicio al cliente

Un pésimo servicio al cliente

El título de este escrito quizás no sea el más apropiado para definir el “servicio al cliente” de la mayoría de las distribuidoras de gas propano y de las empresas telefónicas.

Las primeras alteran los resultados de las ventas, a través de medidores “arreglados” para esquilmar al consumidor con cantidades de dinero que suman millones de pesos en toda la geografía nacional. Es notable la ausencia de las autoridades que deben regular esos “medidores”, quienes parecen conformarse con colocar un letrerito verde en las máquinas de expendio, que expresa “revisado”.

Los consumidores se dan cuenta del engaño al comparar la capacidad de su tanque con el llenado, que muchas veces sobrepasa los dos galones de gas, y en la pesada ocurre igual.

Algunos consumidores se quejan ante los despachadores, que expresan su desconocimiento de una situación que solo beneficia a los propietarios de las empresas distribuidoras de gas propano. Este engaño se lleva a cabo ante la vista de todos, a plena luz, y los más afectados son las amas de casa, los choferes de “concho” y los taxistas.

En relación a las empresas telefónicas, se trata del maltrato que ocasionan al consumidor con las tarjetas pre-pagadas.

Al comprar una de esas tarjetas el consumidor puede descubrir que no tiene fondos disponibles, y al comunicarse con un número que aparece al reverso de la tarjeta, el telefonista que contesta le dice que debe esperar tres días para disponer de los minutos comprados, obligándolo a cargar con una responsabilidad que solo es de la empresa telefónica, con los inconvenientes y molestias que esa práctica empresarial representa para los usuarios de ese servicio.



Johnny Guerrero

*Es abogado. Secretario General del Capitulo dominicano de la Asociación Americana de Juristas (AAJ). Miembro de: Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba y Foro Social Alternativo (FSA).