Un pasito hacia alante y otro pa’ trá, parece ser la política que viene aplicando el gerente general de los Yanquis de Nueva York, Brian Cashman, con relación a la posible adquisición de Manny Machado.
Desde antes de finalizar la Serie Mundial se rumoraban las pretensiones de los Yanquis por los servicios de Machado.
Y no eran simples rumores, porque hasta el propietario comentó que el equipo tenía el dinero para invertir en ese jugador.
Luego se produjeron comentarios contra la actitud poco agresiva de Manny, incluso en jugadas rutinarias.
En ese lapso se produjo un comentario de Cashman, de que el equipo no estaba en otorgarle un contrato de 300 millones de dólares, que era y continúa siendo la aspiración de su agente Dan Lozano,
Sin embargo, las conversaciones no se han detenido, conscientes de que Machado, aunque quizá un poquito sobrevaluado en lo económico, es una necesidad en sus aspiraciones.
Aunque hubiesen podido obviar sus servicios si contaran con Didi Gregorius, quien no podrá accionar, debido a una lesión hasta mediados de la próxima campaña.
No hay duda que en esta carrera por adquirir los servicios de Manny se están produciendo tácticas de ablandamiento de una y otra parte.
La verdad sobre todo esto es que ambas partes, aunque ahora aparenten un poco alejadas de un acuerdo, cada hora se acercan más a los requerimientos de ambos.
Y una muestra de ello la ofreció de nuevo Cashman, cuando afirma que las “puertas están abiertas” para seguir conversando del tema.
Esto se parece mucho al amagar y no dar, pero al final un acuerdo parece inevitable.