Un país muy especial
La lengua siempre ha sido, es y será, sombra y espejo del acervo sociocultural de los pueblos.
Al margen de lo meramente gramatical, la «jerga dominicana» posee una peculiaridad inigualable. Encuentra sentido del humor a prácticamente todo lo que hace.
Son esas frases sarcásticas que retratan y reconfiguran determinados contextos, situaciones o cosas, Surgen al fragor de la espontaneidad, del diario vivir. Y que son incluso capaces de rebautizar sustantivos, como en el caso de Dinero.
En RD dinero es papeletas, recursos, baros, Duarte, pesos, toletes, chavos, molongos, plata, cuartos, capital, centavos, tabla, moneda, efectivo, viruta, lechuga, lana, yaya, mony, cheles, chelitos, clavos, menudo, vaina, asunto, basurita, ahorros, grasa, melaza, manteca, goma, mohosos, emulendos, metálicos, biyuya, borona, riales, varillas, billetes…
Esa peculiaridad «se la luce» hasta durante las más adversas circunstancias.
«Mataron al Chivo en la carretera»… celebrada y musicalizada frase tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo.
Lo que le permitió a David Ortiz llegar al salón de la fama del béisbol es atribuible al plátano power.
El pan más consumido por los menos pudientes es el «pan de agua».
Aplaudir cuando aterriza el avión sólo es comparable con el renacer de los sueños.
Maestros meritorios de la Lengua ponen en duda la existencia de la Sinonimia. Por aquello de que no hay dos palabras que signifiquen lo mismo.
Sin embargo, como hemos visto, en estos, todo dependen del contexto y del hablante.
Esa teoría se queda en posición respetable y calificada. Más no del todo compartida.
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