El juez del Tribunal Superior Electoral (TSE) José Manuel Hernández Peguero sugirió la creación del un ministerio de seguridad con la intención de solucionar el problema que en tal sentido viene padeciendo todo el país, esta idea no estaría del todo mal, pero no daría respuestas satisfactoria a la problemática en sí misma, ya que los únicos organismos que pueden controlar el desbarajuste social existente son los cuerpos represivos con los que cuenta el Estado.
Sin embargo, en el fondo la propuesta se caería por su propio peso, pues, tanto la Policía Nacional, y el Ejercito, el Ministerio de Interior y Policía y otros estamentos gubernamentales perderían su razón de ser, y dicho ministerio tendría que valerse de estos organismos de seguridad para poder actuar, que vendrían siendo los mismos que existen actualmente; y se caería en el mismo error.
En cambio, fuese factible una mejoría en todos los niveles del personal con que cuentan esos organismos, en el ámbito social y económico, que al mejorar estos dos aspectos también mejoraría la calidad de vida de los integrantes y de hecho los servicios que estos realizan.
En las condiciones que se viven en este país, sería absurdo crear un nuevo ministerio estatal, porque sólo vendría a cargar y corroer aún más el presupuesto nacional, que bastante lacerado se encuentra actualmente, y no aportaría ninguna solución al problema.
Lo que el Gobierno central debería hacer es un mayor control de estos organismos, y así evitar el continuismo perverso con que estos se manejan.
Es necesario hacer una profilaxis general entre los cuerpos represivos del país, y luego hacer un reajuste salarial, ya que un policía con un salario de 7,000 pesos vive por debajo del nivel social, aumentándose así el riesgo delincuencial entre los integrantes de la misma, dando pies a que se genere el peaje, el macuteo, los tumbes y los negocios por la izquierda, ya que solo la canasta familiar en República Dominicana está por encima a los 30,000 pesos mensuales en una familia de pocos miembros, en un país de consumo, y donde la sociedad cada día te exige más.
Además del mejoramiento de las condiciones de vida de estos servidores, el Estado dominicano y la sociedad nacional también deberían implementar programas sociales y educativos, dirigidos a los agentes, así como a la ciudadanía en general, en aras de reducir la violencia y la delincuencia común, además exigir a los cabezas de familias más vigilancia a sus vástagos a fin de mejorar el comportamiento de sus hijos cuando estos todavía son adolescentes.
La creación de un ministerio de seguridad no tendría razón de ser, porque restaría fuerza al Ministerio de Interior y Policía, a la Policía misma y a los cuerpos castrenses, de lo contrario habrían de ser eliminados todos estos organismos para dar paso a la nueva institución gubernamental.
Si el Gobierno central tuviera voluntad de resolver los problemas de inseguridad nacional y otros perentorios que urgen actualmente, tendría primero que actuar con manos duras contra los violadores de las normas existentes, aún si fuere dentro de su propio gobierno, nunca combatir a estos con violencia, castigando a los corruptos e incentivando la buena labor que cada uno ejerza.
Y si es verdad que tiene esa voluntad, entonces debe comenzar, pero ya, pero crear un nuevo ministerio para eso, jamás.