Roberto Marcallé Abreu
Es preciso asumir una actitud objetiva y resuelta ante la avalancha de problemas que supone la cotidianidad del ciudadano en el país que debemos amar y cuidar.
Vivimos agobiados por realidades que hacen más compleja y difícil la existencia. Son tiempos, en general, de gran tribulación, desbordados por incongruencias de toda naturaleza.
No poseemos la exclusividad nacional en este ámbito de contrariedades interminables que nos roban la paz. Cuanto sucede nos concierne de manera muy grave.
Con evidente desilusión el columnista Claudio Acosta advierte que “ha sido vergonzoso y muy poco edificante el espectáculo brindado por senadores y diputados actualmente enfrentados por los privilegios”.
Un dirigente político demanda “explicar el uso de 775 millones de pesos” que, a su entender, fueron asignados a un ministerio “tras agotar en el mes de junio un presupuesto de ocho mil millones”.
Pese a que vivimos en un ámbito saturado, un diario informa que una conocida auto feria proyecta superar las ventas del año pasado “en la que se financiaron ocho mil vehículos por un monto de diez mil 500 millones de pesos”.
En este contexto resulta edificante anotar que el 53 por ciento de la fuerza laboral de las zonas francas de República Dominicana está integrado por mujeres. Estas empresas hicieron compras en el mercado interno por un monto de cincuenta mil millones de pesos. Sus montos por exportaciones se incrementaron en un 27 por ciento.
No podía faltar en este contexto esta noticia: “Los diputados aprueban sin trabas dos nuevos préstamos por 520 millones” (Diario Libre).
Resulta alentador, no obstante, que 19 mil policías y militares “reforzarán el patrullaje en Navidad”. Y que el Poder Ejecutivo sometió dos proyectos sobre persecución y judicialización de las organizaciones criminales, y de “atención, representación legal y protección a víctimas, testigos y sujetos en riesgo” (El Día).
Desanima el hecho de que “los corredores de autobuses están paralizados desde el año 2022”. No obstante, un funcionario informó la apertura “de 13 corredores para el 2025”. Esperemos a ver.
Nueva vez el Este del país es el escenario de un oscuro escándalo sobre violación de jóvenes estudiantes de parte de sus profesores. San Pedro de Macorís, en menos de un año, ha sido el ámbito donde han ocurrido hechos calificados como “bochornosos” que comprometen “a sus padres, las autoridades y miembros del personal docente”.
“El 15 de noviembre una menor de 13 años le reveló a su madre que dos profesores de su escuela abusaron sexualmente de ella. Los rumores corrieron como la pólvora” (Diario Libre).
Este hecho tiene lugar meses después del caso de otra joven que perdió la vida tras ser violada de una manera calificada como salvaje por personas vinculadas al magisterio.
“Marcaban las 8:54 de la mañana. Según la niña, dos profesores de su escuela, Alejandro Roberto Bello y Fernando Altagracia, habían abusado sexualmente de ella. Uno en la iglesia y el otro en la escuela, respectivamente”.
Ese es nuestro estado de situación. Cada quien debe formarse su propia idea sobre cómo marchan asuntos esenciales en nuestro contexto existencial. Y qué hacer al respecto.
