Un fantasma en el Vaticano
La profecía del «último Papa» recorre los pasillos del poder eclesiástico católico como un fantasma milenario.
La partida del Papa Francisco ha puesto los ojos del mundo no sólo en los 252 cardenales menores de ochenta años que elegirán su sustituto el lunes 5 de mayo, en la Capilla Sixtina, sino también en las profecías y nombres que, según creyentes, podrían marcar la antesala del apocalipsis.
El italiano Juan Pablo I, Matteo Zuppi, destacado por su enfoque en la paz y la ayuda a los más vulnerables; el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, clave en las relaciones con China, la crisis de Venezuela y la aproximación a Cuba, Luis Antonio Gokim Tagle, Filipino y representante de la Iglesia en Asia; Gerhard Ludwig Müller, alemán de 77 años de edad, excolaborador del Benedicto XVI, con quien tuvo diferencias y se ha mostrado algo más que crítico con sus postulados; encabezan la lista de aspirantes.
Pero entre los 33 de raza negra (23 elegidos por Francisco), sobresalen Peter Turkson y Robert Sarah.
Estos son vistos por muchos como el próximo «Papa Negro», anunciado por la creencia atribuida a Nostradamus y San Malaquías sobre un papa negro o jesuita. Y que algunos interpretan como «el fin de los tiempos».
La elección de cualquiera de estos lo convertiría en primer papa africano en más de 1500 años.
El Vaticano guarda silencio. Los defensores de una Iglesia moderna temen a un posible retroceso teológico. Los tradicionalistas ven la oportunidad de restaurar la autoridad perdida. Y en medio de la espera más de 1.400 millones de católicos se preguntan: ¿qué sigue?
Cuando el humo blanco se alce sobre Roma, no solo anunciará el nuevo líder del catolicismo sino también revelará si los antiguos presagios eran solo ficción o advertencias ignoradas durante siglos.
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