La decisión adoptada por Grandes Ligas de celebrar la Serie Mundial en un solo estadio es una muestra de que ni en Estados Unidos hay ni habrá condiciones para celebrar un evento con la asistencia de público.
Esa debe ser una alerta para la Liga Dominicana de Béisbol Profesional en cuanto a su marcado interés en permitir la asistencia de público a los estadios, más o menos para la fecha en que ya el torneo local estará muy avanzado.
Esta medida que fue adoptada en conjunto por las Grandes Ligas y la asociación de jugadores, es inédita desde 1944, cuando el campeonato se disputó en el Sportsman de San Luis.
En esta ocasión el estadio escogido es el de los Rangers de Texas, donde se abre la posibilidad de que asistan familiares de los jugadores, tal y como ocurre con la “burbuja” en la NBA.
Con esta medida se busca minimizar la exposición al coronavirus, el cual diezmó la temporada regular, a un programa de apenas 60 partidos por equipos.
Lo extraño de todo esto, para que vean que el covid-19 no es un juego de niños, es que las series divisionales de la Americana serán en San Diego y en el estadio de los Dodger , y la Nacional en el Globe Life y en Minute Maid Park de Houston.
Pero obviando esa parte, estamos en una etapa decisiva en la que hay que seguir tomando todas las previsiones sanitarias.
En dominicana todavía el impacto del covid se mantiene “vivito y coleando”, y aunque una parte de la población no lo asimila, la realidad es diametralmente opuesta.
Se sabe que se hacen esfuerzos para montar un torneo seguro, pero hay que prevenir, porque la vida humana no tiene precio.