Un discurso con vientos no suicidas

Un discurso con vientos no suicidas

Un discurso con vientos no suicidas

¨Pero,  ¿Qué sucede…? Fouché cambia repentinamente de tono. Con su fino olfato presiente que en la Convención van a soplar los vientos de un cambio brusco¨.

Fouché, el genio tenebroso. Stefan Zweig.

Puedo imaginarme las primeras palabras de la alocución que dictará a la nación la noche de este lunes el ex presidente Leonel Fernández Reyna, desglosando la historia de las primeras constituciones liberales del mundo, como la de Estados Unidos, la de Francia y la de España; luego razonar un poco sobre  el surgimiento de la Constitución Dominicana del 6 de noviembre del 1844 hasta llegar al 26 de enero del 2010, fecha en que fue proclamada nuestra Carta Magna con las últimas modificaciones, propiciadas por él, Constitución que nos trae figuras como el Tribunal Constitucional, el tan mencionado referéndum y el ¨muy equilibrado¨ Tribunal Superior Electoral.

De seguro que gran parte de su discurso lo dedicará a dejar bien claro que él es un respetuoso de las leyes, un constitucionalista a carta cabal, incapaz de violentar ninguna norma, y desde luego, recordarnos que tenemos precedentes muy malos de aquellos presidentes que han decidido quedarse en el poder modificando nuestra ley de leyes.

Y es que a raíz del mutismo implícito del actual presidente de la República Dominicana de buscar nuevamente ¨la ñoña¨, ha provocado que los vientos que se perfilaban como fuertes hacia un solo rumbo tomaran otra dirección y colocaran en su mira en el camino de oponerse, a como dé lugar, a todo lo que huela a reelección.

Con mucha certeza puedo decir que aquellos que le adversan a lo interno de su partido estarán deseando un discurso en el que se le ponga fin a la división de esa organización política.

En mi humilde opinión, ya sea que Leonel Fernández le otorgue el apoyo al presidente Danilo Medina, o que deje libres a sus seguidores en el Congreso para que voten como les plazca, o todo lo contrario: el ex presidente Fernández no es un suicida, pues de alguna manera tiene bien calculado como se va a aprovechar de la actual coyuntura política que vive el país para sacarle ventaja, ya sea para el presente o para un futuro no muy lejano.

Lo lamentable de esta historia es que nuestra nación lleva un valioso tiempo sumida en una discusión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana y nos hemos olvidado de los temas y problemas prioritarios que ameritan de la urgente intervención del Gobierno.

Veremos qué pasa a partir de esta noche en nuestra amada «Quisqueya La bella».