Hatuey De Camps fue un dirigente político, de los más emblemáticos del Partido Revolucionario Dominicano, fundador del Partido Revolucionario Social Demócrata, ferviente luchador estudiantil y fundador del Frente Revolucionario Estudiantil Nacional (FREN).
Hatuey De Camps Jiménez nació el 29 de junio de 1947 en Cotuí, hijo de Miguel Ángel de Camps Cortes y Orfelina Jiménez Jerez. Falleció en la ciudad de Santo Domingo el 26 de agosto de 2016, tras batallar con el cáncer por varios años.
Estudió Filosofía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Se graduó en la Universidad Complutense de Madrid, como Doctor en Filosofía y Letras, además obtuvo el título en Planificación Economía y Desarrollo en el Instituto para el Desarrollo del Área Iberoamericana (ISDIBER).
Con la llegada del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), se orienta a la actividad política. Era una de las figuras más emblemáticas del Partido Revolucionario Dominicano.
En abril del 1965, funda el Frente Revolucionario Estudiantil Nacionalista (FREN). Ingresa a la Universidad Autónoma de Santo Domingo, matriculado 1965-66, y allí combina sus estudios de Filosofía con la lucha estudiantil por un presupuesto universitario de Medio Millón de pesos mensuales.
Llegó a ser el presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos, y siendo presidente de la Federación, leyó el panegírico en el velatorio del dirigente y compañero estudiantil Amín Abel Hasbún asesinado durante el docenio de Joaquín Balaguer.
Diputado al Congreso Nacional en 1978, ocupa las funciones de director general de Radio Televisión Dominicana por mes y medio de modo honorífico. En 1979 fue designado Presidente de la Cámara de Diputados, cargo que ocuparía hasta 1982. Durante su gestión se creó la Ley que obliga a los funcionarios realizar una declaración jurada de bienes.
En 1982 fue secretario (ministro) de la presidencia en el gobierno del Dr. Salvador Jorge Blanco. Fue el organizador de los funerales del Dr. José Francisco Peña Gómez, en las que el pueblo humilde le tributó la más multitudinaria muestra de amor, acompañándole hasta el camposanto, lugar en que se le dio el último adiós a su amigo de siempre y donde la dirigencia política nacional e internacional de todos los matices le rindió el más extraordinario tributo póstumo a líder alguno.