Al régimen chavista al mando de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello y digitado por Cuba, no le falta nada: violación casi total de la libertad de prensa, jueces, fiscales y congresistas manipulados y dirigidos desde el Poder Ejecutivo, decenas de presos políticos, sin garantías de ningún tipo, persecución a disidentes, huelgas de hambre, represión y torturas denunciadas por las más respetadas organizaciones del mundo, escasez de todo, hasta de papel higiénico, corrupción sin límites, mercados negro varios y no solo de dólares, la inflación más alta del mundo, recesión, el mayor índice de homicidios del planeta, endeudamiento creciente ( y sin conocerse montos y nivel de compromiso del propio país), empresas del Estado fundidas, incluso Pedevesa, en el país con mayores reservas de petróleo de la tierra, aumento de la pobreza, maniobras de todo tipo en relación a los actos electorales (ahora, por ejemplo, con respecto a las elecciones legislativas) y más corrupción.
Human Rights Watch acaba de denunciar en la ONU que faltan medicamentos para tratamiento del dolor, asma, hipertensión, diabetes y enfermedades cardíacas, entre otras, que hay una escasa oferta de jeringas, gasas y agujas y que el 44 por ciento de los quirófanos no están operativos.
Como se dijo, no falta nada. Y si algo faltara la justicia de los EEUU investiga operaciones de narcotráfico al mando, supuestamente, de altos jerarcas del gobierno venezolano, con el número 2 ( o 1B) a la cabeza, que dejan a la altura de un felpudo todo lo que se acaba de destapar respecto a la FIFA.
En algún momento la tortilla se va a dar vuelta. Todo se va a saber, y entonces cabe preguntarse, qué van a decir los omisos de hoy .
Por supuesto nada se puede esperar de los cómplices y los ya sabido socios y amigos como Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Argentina, o los petróleo- dependientes, algunos de los cuales ya están afrontando y enfrentándose a los destapes propios.
Tal el caso de Cristina Kirchner muy preocupada por asegurarse impunidad y en la búsqueda de cualquier tipo de blindaje que ofrezca el mercado para cuando deba dejar el poder. Cosa que también debería inquietar a otros, aunque no vean el desenlace tan cercano o crean que lo tienen todo bien atado, como Correa – el autoconvencido- que con un manejo totalitario de la información al mismo tiempo que engaña a los ecuatorianos se engaña a sí mismo.
¿Y los brasileños?¿ Qué van a decir? Lula fue el gran padrino de Hugo Chávez. Y Dilma siguió la línea.
Ella no ha querido hablar ni recibir a disidentes cubanos ni condenar las violaciones de los derechos humanos en Cuba y Venezuela por respeto, según dijo, al principio de no intervención. Indignada y soberbia suspendió una ida a Washington porque los servicios de los EEUU la vigilaban.
Pero al mismo tiempo presionaba y convencía a sus colegas del Mercosur para intervenir y sancionar a Paraguay, en base a informes reservados de los servicios de inteligencia de Cuba y Venezuela. Sí, en base a informes de los servicios de espionaje cubanos y venezolanos, según lo reveló en un libro hace unas pocas semanas el expresidentes uruguayo José Mujica.
Y qué pasará con la Unasur: dada su actuación, origen y autoridad debería ser disuelta con los máximos deshonores. Algo parecido debería ocurrir también con el Mercosur. Con la OEA, en tanto, la situación es diferente. Ya no está José Miguel Inzulsa, de muy triste gestión.
La OEA, con todos sus defectos y problemas y unos cuantos malos pasos que ha dado en el pasado, es más que la Unasur, la Celac y algunos otros sellos que andan por ahí y ahora tiene un nuevo secretario general: Luis Almagro. Un hombre que llegó con un gran apoyo, pero con relación al cual hay muchas opiniones encontradas.
Pero el hecho es que el nuevo Secretario General ahora tiene el chance, y más que el chance, la gran oportunidad de recobrar la imagen y la autoridad de la organización interamericana, reasumiendo su papel de defensa de la democracia a nivel continental .
De la verdadera, de la de la separación de los poderes, de la libertad de prensa, de la plena vigencia del estado de derecho, la de las elecciones limpias y verdaderamente libres .
Una delicada tarea que, sin duda, empieza por esta Venezuela de hoy. Es su primer gran desafío; si lo asume y tiene éxito , se lo van a reconocer y agradecer todos y primero que nadie el pueblo venezolano.