La Oficina Metropolitana de Servicio de Autobuses (OMSA), de manera bien intencionada, puso en funcionamiento el corredor Máximo Gómez, que va desde Villa Mella hasta el Centro de los Héroes, el cual nombró como “Corredor de la Mujer”, porque la mayoría de los autobuses son conducidos por féminas.
Ese corredor existió hace un tiempo y fue sacado de servicio con la entrada en funcionamiento del Metro, algo razonable porque prácticamente era la misma ruta. Precisamente de eso es lo que quiero tratar.
Resulta que ese Corredor de la Mujer, que cuenta con seis unidades, realiza el mismo trayecto que el Metro en su línea uno y eso no ha hecho tan eficiente esa iniciativa porque el volumen de pasajeros de ese trayecto parece que prefiere utilizar la ferrovía.
No es que he hecho un estudio para determinar lo anteriormente dicho, sino que simplemente vemos como los autobuses de ese corredor lo recorren con pocos pasajeros en ambos sentidos y a cualquier hora, contrario a lo que sucede con los autobuses privados que hacen la ruta desde Punta de Villa Mella hasta la Feria, o los de Sabana Perdida y Guaricanos hacia ese mismo punto.
Que quede claro, que no pretendo criticar el servicio de la OMSA, por el contrario, lo que quisiera es que ese servicio tenga un mayor alcance hacia usuarios que lo necesiten. Esa institución debe analizar y determinar qué tan factible es ese corredor, ya que el mismo queda eclipsado con el Metro porque recorren la misma ruta, y quienes utilizan el Metro difícilmente recurren a los autobuses por lo que eso implica en cuestión de tiempo. La diferencia entre uno y otro es considerable.
Con todo el respeto, me tomaré el atrevimiento de hacerle algunas sugerencias a la dirección de la OMSA.
A los usuarios del Metro se les vendió el sueño de que contarían con rutas alimentadoras, lo cual no ha sido posible. ¿Qué tal si esos autobuses se utilizan para ofrecer servicio a zonas donde viven muchos usuarios del Metros que tiene que utilizar otro transporte público para llegar a una estación?
Así como se tiene un corredor que conecta la Nueva Barquita con el Metro, se debería implementar una ruta que vaya desde el kilómetro 18 de Punta Villa Mella hasta la estación Mamá Tingó, o uno que cubra la avenida Jacobo Majluta hasta la Charles de Gaulle conectando con el Teleférico. Otra opción pudiera ser desde algunos sectores lejanos de Guaricanos hasta la estación José Francisco Peña Gómez, en el Torito de Villa Mella. Y así se pudiera establecer corredores más fructíferos.
El servicio del Metro es económico, pero resulta costoso para mucha gente que tiene que abordar un carro o un moto concho para llegar a una de las estaciones, y eso duplica el gasto en transporte. De ahí que muchos pasajeros de comunidades distantes del Metro prefieren otros sistemas tradicionales, porque gastan el doble.
Reitero que cualquier tipo de corredor del transporte colectivo que tenga el mismo origen y destino del Metro, no será viable. Es un corredor que no corre, como el de la Máximo Gómez.