Un contralor en la Cancillería

Un contralor en la Cancillería

Un contralor  en la Cancillería

Dunia De Windt

Llegó y arrasó. Con todo el derecho que le asiste, la oportuna y necesaria “visita” del Contralor General de la República, Rafael Germosén Andújar ,al feudo reformista, o mejor dicho, a la Cancillería, dio sus frutos.

Tardía la visita después de muchos años denunciándose en todos lados la incesante tarea lucrativa de los Bogaert-Morales del erario público en una institución con tintes de fortaleza impenetrable.

La visita del Contralor fue propiciada y ordenada por supuesto por el presidente Medina, que al parecer está reaccionando tardíamente a las innumerables denuncias de corrupción en esa institución, que entre otros escándalos que posee, se da el lujo de pagar sueldos en dólares y euros a centenares de dominicanos que residen en Santo Domingo y que en sus consulados y embajadas nadie los conoce y ni hablar de los que sí acuden a calentar sillas.

En ese sentido, es oportuno reiterarle al presidente Medina que aún queda mucho por arreglar en Cancillería y sería oportuno que usted le pida la renuncia a Carlos Morales Troncoso por la ligereza de permitir tamaños trapicheos y corrupción dentro de esa importante institución.

Con las anécdotas y cuentos sobre el comportamiento poco ejemplar de esta familia y sus integrantes en la Cancillería da para escribir una novela basada en un surrealismo complicado de entender, pero que sí fue cierto. Lo curioso es que frente a esta sociedad estos personajillos son “señores” y no están presos.

Es de vergüenza ajena la situación. La olla de grillos que destapó (esto era vox populi) el Contralor y luego, la incredulidad del Cuerpo Diplomático acreditado en el país que aún no logra asimilar tanta corrupción institucional y por ende, nuestra imagen rueda por los suelos.!!!

Para añadirle más cinismo a la situación, recientemente en distintos medios de comunicación fue publicada una nota de prensa sobre conferencias y talleres de “Diplomacia con Responsabilidad Social” y otra “Cónsules honorarios sobre ética diplomática” impartidos por esa misma Cancillería plagada de corrupción e impunidad en su interior.

Pregunto, ¿la justicia no hará nada en estos casos de encubrimiento, robo y malversación de fondos públicos?

Si nuestros políticos fueran hombres que se respetaran como sucede en otras latitudes cuando meten la pata hasta el fondo y son descubiertos, Carlos Morales Troncoso debería haber entregado su cargo al presidente Medina al minuto de la visita del Contralor a su feudo.

Es muy grande e injusta la impunidad de la que goza gracias al dadivoso regalo del ex presidente Leonel Fernández por la “venta” del inexistente PRSC, como también hizo con el Banco Nacional de la Vivienda y que al parecer el presidente Medina no puede meterse en esas altas parcelas, al menos que se amarre el cinturón y lo cancele sin más dilación ¡!
Ni ellos ni nosotros nos respetamos……..



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