El tema de la mala y la buena suerte siempre llega al momento de excelentes o pésimas actuaciones.
Tanto una como la otra han sido temas de discusión en todos los estamentos, si no se logra un objetivo cuando está al alcance, ahí es cuando sus creyentes maximizan la mala suerte.
Cuando se logra la victoria, con todos los vaticinios en contra, entonces, se habla de la buena suerte.
Si es así, se puede afirmar que las Estrellas Orientales es un equipo que carga en sus hombros con la mala suerte, dado que desde el torneo 1967-68, no ha podido adjudicarse un título, a pesar de que ha contado con excelentes novenas.
Como los petromacorisanos en gran parte creen a ciegas en la buena o la mala suerte, justifican la realización de actos “extraños” para botar o alejar a los elementos que impiden la victoria.
Ante la situación que atraviesa ese equipo en el Round Robin, parece ser que es la seguidilla de “mala suerte” que la ha venido persiguiendo, porque sus seguidores no hallan explicación válida al hecho de haber quedado en primer lugar en la serie regular, y ahora estar en el sótano, prácticamente eliminados.