‘Un banquero es un experto en prudencia’

‘Un banquero es un experto en prudencia’

‘Un banquero es un experto en prudencia’

Santo Domingo.-Aunque uno entró al negocio de la banca por “accidente” y el otro por “engaño”, ambos están claros de que su misión como banqueros es “crear progreso económico y un bienestar en el país”.

Y es justo por eso que para Luis Molina Achécar y Carlos Guillermo León, un banquero es un experto en prudencia.

“Un banquero nunca puede olvidarse de que tiene casi lo más íntimo de una persona, que es su dinero, su patrimonio, y eso es lo que nosotros manejamos, y hay que ser extremadamente prudente”, señala León, quien entró al negocio por dos engaños.

Y es que definitivamente, mostrar riquezas y ser ostentoso no es parte del estilo de vida del presidente del Centro Financiero BHD-León y del Banco BHD ni del vicepresidente del Centro y presidente del León.

Incluso, Molina Achécar se atreve a decir que es un error y ha sido causa del fracaso de muchas entidades bancarias el hecho de una persona entender que lo primero es hacer utilidades a “rajatablas” sin importar tomar cualquier atajo.

La credibilidad

Se va más allá y dice que para ellos lo importante no es ganar dinero, sino obtener la credibilidad y la confianza de la sociedad, eso por un principio fundamental: “que como entidad financiera lo primero que tú tienes que entender es que tú existes para cumplir un rol, que tiene que ser legítimo para la sociedad”.

“El banquero es un tipo de empresario diferente, cuando uno va a la escuela de negocios lo que te dicen es que el trabajo de un agente financiero es maximizar el valor de los accionistas”, recuerda Molina Achécar.

Pero, asegura, eso da lugar a que mal interpretado un agente entienda que maximizar el valor de los accionistas es pensar solamente en ellos, pero no pensar en los depositantes.

Rol social

“Tú puedes maximizar el valor de los accionistas si haces lo otro bien hecho y si cumples con tu responsabilidad social y con el rol que te corresponde, con todas las remuneraciones, ser prudente, y si tú haces eso bien, los beneficios vienen solos, pero no puedes olvidar a los clientes”, dice Molina Achécar.

Él es enérgico cuando afirma que el presidente o el líder de una organización es el arquitecto del propósito de la entidad, que su trabajo es definir hacia dónde va, qué tiene qué hacer y tratar de ejecutarlo.

“La misión no es firmar cheques o firmar un contrato, nada de eso, yo creo que mi trabajo es darle dirección a la organización”, asegura.

Pagó sus “novatadas”

Mientras Carlos Guillermo cuenta su experiencia de cómo entró al negocio de los bancos y aunque asegura que pagó “muchas novatadas”, no se arrepiente de la decisión.

“Desafortunadamente, nosotros empezamos por el último capítulo del libro, si existiera un libro para formar un banquero, que te dice lo que se debe y no se debe hacer, y para nosotros ese fue el primer capítulo, porque nos tocó lidiar con un banco que estaba en una situación muy crítica”, recuerda León.

Manifiesta que introducirse al mundo de la banca fue un gran reto para él, pero que le ha sido muy gratificante.

“El rol que ha jugado Luis ha sido muy importante, porque a pesar de ser un competidor en diferentes escalas, siempre estuvo ahí en momentos difíciles para darme un consejo”, resalta Carlos Guillermo sobre su amistad con Luis Molina Achécar.