Un aplauso a “quédate en casa”

Un aplauso a “quédate en casa”

Un aplauso a “quédate en casa”

Altagracia Suriel

El Estado tiene la responsabilidad de proteger a los más pobres en situación de emergencia, tiempo en que la protección social debe ser ampliada y reforzada.
Cuando la adversidad toca a la puerta, los pobres son los que más la sienten, los que pasan hambre, los que no tienen acceso a servicios de calidad y los que más sufren. Protegerlos, no sólo es un mandato constitucional sino un deber moral.

En el marco de las respuestas frente a la pandemia del coronavirus, el gobierno, mediante el Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales, que lidera la vicepresidenta Margarita Cedeño, a través del Sistema Único de Beneficiarios, el Programa Progresando con Solidaridad y la Administradora de Subsidios Sociales, está asegurando el derecho a la alimentación a nivel básico de los más pobres, por medio de la iniciativa “Quédate en casa”.

815,000 hogares de Prosoli, y más de 600,000 pobres extremos y moderados, están recibiendo por dos meses hasta RD$5,000 para compra de alimentos en la Red de Abasto Social compuesta por más de 7,000 colmados y supermercados. Adicional a los RD$5,000 que se entregan a 300,000 familias con envejecientes, y los RD$2000 que se aportan a personas con tuberculosis y VIH.

Esta política de aseguramiento de ejercicio de derechos busca mitigar los efectos del coronavirus en los más vulnerables, mediante la provisión alimentaria que les permitan permanecer en sus casas y evitar contagios.

La inversión social del gobierno en los dos meses de “Quédate en casa” es de RD$16,408,000,000.

Los aprendizajes de esta iniciativa son positivos. Se está apoyando a los que más lo necesitan, con impacto contundente en la reducción del hambre durante la pandemia.
Surge siempre el reto de no dejar a nadie atrás.

Se pueden quedar fuera los que no han sido censados por el SIUBEN por razones de movilización, trabajo doméstico o personas en indigencia por salud mental comprometida, con cuales el sistema de salud tiene una tarea pendiente.

Por último, “quedarse casa”, no sólo es un asunto de provisión, es también cultura ciudadana, respeto a las normas y educación. Ante el coronavirus, la ignorancia es de mal pronóstico.