Un acontecimiento desgarrador

La tragedia registrada el lunes en la discoteca Jet Set, es una desgracia “desgarradora”, por la magnitud del dolor generado en la sociedad, que ha visto morir a decenas de hombres y mujeres en la plenitud de sus vidas.

Es imposible, bajo cualquier esquema, asimilar la muerte trágica de tanta gente, en lo que debe ser casi seguro, la mayor cantidad de muertes registradas en el país en su solo suceso.

Entre las víctimas, que ojalá no se siga expandiendo el número, están amigos de muchos años, como el ex lanzador Octavio Dotel, la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, nativa de mi pueblo, Las Matas de Santa Cruz, y hermana del también exbeisbolista, el amigo Nelson Cruz, el ex pelotero Tony Blanco, y decenas de personas valiosas que llegaron allí llenas de entusiasmo .

A veces hay que cuestionar si vale la pena realizar tantos sacrificios para salir adelante, porque sobran los ejemplos de personas que en plena capacidad física y mental, mueren cuando ya han logrado o están al tris de lograr sus objetivos de vida.

Morir es un fenómeno irreversible, que el hombre, a pesar de los avances científicos no ha podido detener, y cuando ocurre, pone a uno a cavilar, si vale la pena creer, si es verídico que existe algo superior, que de acuerdo a los cánones religiosos, nos protege en todo momento.

Si bien la muerte ha existido como un concepto antropológico en todas las culturas, la misma produce momentos desgarradores, casi imposibles de asimilar, porque persiguen a la imaginación misma, y crean fronteras imaginarias imposibles de delimitar o encuadrar.

Mis más sentidas condolencias a todos los familiares de las víctimas de esta despiadada tragedia, y que difícil se le hace uno hilvanar ideas ante una desgracia de esta envergadura, la más letal y funesta sde nuestra historia