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Ucrania no es el problema de los EEUU,  el problema es China

Freddy González Por Freddy González
Freddy González
Freddy González.

«Estados Unidos no tiene amistades permanentes, sino intereses permanentes»

John Quincy Adam. Sexto presidente EE. UU. (1825-1829)

En una jugada del ajedrez político mundial, El presidente Donald Trump, está dispuesto a sacrificar un peón con el fin de lograr ganar o empatar una partida.

Para la nueva administración Republicana, ni Ucrania con Zelenski incluso, ni la OTAN, ni la Unión Europea, su aliada y competidora a la vez, significan nada, por eso le importa un comino el destino final del conflicto ucraniano.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) organización creada en 1949,  bajo los auspicios del gobierno estadunidense de Harry S. Truman  en los inicios de la llamada Guerra Fría, ya no le sirve para nada.

Según  la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se niega a reconocer a Rusia como una amenaza para Europa, agregando para Rubio, la verdadera amenaza a la paz en Europa es la misma OTAN”.

En igual posición es la del senador republicano por Utah Mike Lee, secundada por el todo poderoso Elon Musk, que pide a Estados Unidos que abandone la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Sacrificar a sus antiguos aliados no es nada nuevo para el imperio, ese ha sido un ritual en su conducta desde sus inicios, porque no tienen ni amigos ni enemigos permanente, sino intereses y los amigos de hoy pueden ser los enemigos de mañana y viceversa, siendo los casos más recientes lo del líder de los rebeldes Sirios Abu Mohammed al-Jolani, por el cual ofrecieron Díez millones de dólares por su captura vivo o muerto, ahora convertido en su principal aliado y del propio Volodímir Zelenski, hasta ayer rey del circo y hoy un simple payaso, pasando de héroe a villano.

Siguiendo ese patrón de conducta de satanizar a sus antiguos aliados, el periodista estadounidense Tucker Carlson, dice que Zelenski, El mismo 7 de diciembre de 2022, la revista Time lo nombró «Persona del año». Debe ser acusado de asesinatos políticos y comercio ilegal de armas, afirmando:

«Los ucranianos vendieron un gran número de armas estadounidenses en el mercado negro internacional a veinte centavos por dólar. Estas armas están ahora en manos de grupos armados en todo el mundo incluyendo a Hamas, los carteles de la droga mexicanos y las fuerzas que ahora controlan Siria».

Así tratan los gobiernos estadounidenses, a sus aliados circunstanciales, no importa que sean Demócrata o Republicano cuando no les sirven a sus intereses.

¿Qué se esconde detrás de esta jugada política?

Trump no es amante de la paz cómo se ha querido vender, es tan guerreritas como todos sus antecesores, porque el capitalismo en su etapa imperialista le he consustancial las guerras por su política de expansión y conquista territorial no importando su modalidad de Espacio Vital o Destino Manifiesto. Su deseo enfermizo por Groenlandia, Canadá y Panamá lo evidencian.

La reciente declaración del Secretario de Estado Marco Rubio de que la Administración del presidente Trump, aprobó el sábado primero de marzo, una venta de armas a Israel por un valor de 4.000 millones de dólares, para así seguir su política de agresión y conquista de los territorios vecinos, es un mentís de la falsa política de paz propagada por la administración Republicana.

Para Trump la paz es una palabra vacía, todo es intereses y Ucrania solo le queda pagar con intereses incluidos la incontable cifra de 500 mil millones de dólares en dinero y en especie.

Por su naturaleza el imperialismo también exporta capital y conquista mercados y en un mundo multipolar la lucha por la conquista de esos espacios es encarnizada.

Hoy el principal competidor y acreedor de los EE. UU. es la República Popular China, convertida en la segunda economía mundial muy lejos de la federación Rusa colocada en décimo primera entre las doce más grande en todo el planeta.

De ahí que los problemas de EE. UU. no son con Rusia sino con el gigante asiático que le iguala o sobrepasa en adelantos tecnológicos, qué expande capitales por todo el mundo e incluida América considerada zona de amortiguamiento del llamado imperio del norte.

China es el soporte principal de Los BRICS organización que amenaza con el reinado de Dólar como moneda de cambio mundial, entidad de la que también forman parte, Rusia, India, Brasil, Sudáfrica, y más de una docena de países.

Tratar de mediatizar a la principal potencia militar de ese bloque contrario a la política financiera de occidente, sacrificando a un peón de su ajedrez político, en una guerra a toda luz imposible de ganar, es una jugada de estrategia política que no tienen nada que ver con las intenciones de paz y mucho menos de prevención de una tercera conflagración mundial.

Intentar separar a Rusia de China a cambio de los ya independizados territorios Ucranianos por voluntad de sus propios habitantes no es un mal negocio para la administración de Trump.

Por eso al tiempo en que se escenificaba el desagradable espectáculo del salón oval de la Casa Blanca, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Sergei Shoigu, visitó al Presidente de la República Popular China Xi Jinping a quien transmitió que: «China y Rusia deben seguir fortaleciendo su coordinación en los asuntos internacionales y que ambos países son verdaderos amigos”.

Trump puede estar jugando a la Ruleta Rusa y como dice el dicho: «Ir por lana y salir trasquilado».

Les invitamos a leer: El Peñagomismo debe ser asumido con consecuencia y no a conveniencia

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